
Los mundos de mi mundo
Convergen donde mueren
Todas mis efímeras alegrías
Y triviales vanidades.
Hoy lloro a todos mis muertos
Hoy reclamo la sangre de mis antepasados
La gloria me persigue sin ser predestinado
Mi sangre hierve se contrae mi mano
Ves como todo sucumbe a tu lado
Alguna vez la esperanza murió en un lago
Donde fue arrojado tu último recuerdo
Tendré la razón o estaré equivocado?
O en mi diáfana percepción me he extraviado?
De buenas intenciones esta preñado el mundo
Y el ego se inflama con solo metal en el puño
Que le restara que a los 50 ya soy dueño de todo cuanto veo
El Rubicón me parece un riachuelo
E visto la muerte ha caído el velo frente a la estatua de Pompeyo.
R.C. 16/03/2009
“Vayamos allá donde nos llaman los dioses y la injusticia de los hombres! ¡La Suerte está echada!" Julio Cesar. 100 a.c- 44 a.c.